Hace una semana ya de mi ultima salida de pesca junto a dos amigos y a mi padre.
Pescar en el Delta es algo que lo llevaba en la mente desde hace mucho tiempo, un ecosistema fluvial muy rico con inmensas posibilidades para obtener una gran captura, desde serviolas, grandes palometones o atunes entre otros.
La primera opción era buscar esas grandes pajareras que durante la semana se estaban formando con especies como la llampuga, bacoretas o bonitos, y que estaban haciendo las delicias de los pescadores locales.
Para esta ocasión estrenaba un equipo pesado de popping-spinning, un carrete Shimano Saragosa 20000 y una caña Shimano 100-180 gr, trenzado para sacar un caballo y bajos a prueba de bombas. También llevaba dos equipos para realizar una pesca mucho más light.
Al igual que yo, mis compañeros más de los mismo, equipos pesados y equipos ligeros para tentar especies como la anjova o lubina.
A las 8:00 am ya estábamos en el embarcadero de la empresa Delta Game Fishing.
Salimos en busca de pajareras pero no era su día. Ante la negativa a ir hacia donde podrían darnos pistas las aves buscamos el pescado durante buena parte de la mañana.
La primera picada, un listado. Parecía que se animaba la pesca entrando el día. Mi padre con un equipo ligero pudo disfrutar un buen rato con un bravo pez.
Las ilusiones eran tremendas pero no obteníamos resultados, tampoco había actividad en superficie y no conseguíamos dar con bancos de peces.
Pero con nuestro apetito no iban a poder así que un buen chorizo riojano y unos exquisitos embutidos eran nuestro almuerzo para encarar el resto de la jornada.
En la tarde seguíamos intentándolo, navegábamos y navegábamos, con profundidades de entre 5 y 15 metros para buscar con todo tipo de artificiales cualquier depredador.
Un pequeño túnido, se clavaba al final de la línea de Rene.
Pronto hicieron aparición las anjovas, dimos con una zona en la que entraban con facilidad y estuvimos todos muy entretenidos. Atacaban los artificiales en grupos y las clavadas eran continuas.
Los vinilos los devoraban, eran los más efectivos pero los dejaban así.
Sin duda el mejor momento del día, todos con capturas y disfrutando de las picadas.
Se acababa el día y la esperanza de que entrara un gran palometón con grandes poppers se esfumaba. Lo intentamos en el atardecer en la entrada del delta y en el inicio de rio, pero nada de nada. Una pena!!!
Pudimos disfrutar eso sí, de un bonito día de pesca juntos, un precioso paraje que seguro me aguarda para en una futura vuelta poder darme una gran satisfacción.
Hasta pronto…
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