Durante estos últimos días comienzan a fructificar los marzuelos, la primera seta del año. Las últimas lluvias y las heladas de días atrás, fueron caldo de cultivo para adelantar la proliferación del 'higrophorus marzuolus'.

La dificultad para detectar su presencia, se suma también a su extremada localización en las masas de pinos albar y negral, en zonas montañosas de la Comunidad.

Uno puede dar un paseo en otoño o primavera y encontrarse setas de distintas especies y familias. Esto no es tan fácil en el caso del marzuelo, que aparece tapado, o semiescondido, entre la pinocha y el musgo.

Todo esto descrito en las líneas anteriores, lo descubrieron el sábado pasado, mi inseparable Dani, que ya tiene experiencia en este arte, y por primera vez Iñigo & Ana y Adriana L.

Poco a poco íbamos encontrando zonas en las que se encontraban. Rastreando el terreno con paciencia podíamos dar con varios ejemplares. Las chicas para ser su primera vez tuvieron un gran instinto para localizar esta difícil seta.

Estuvo fino en la tarde Dani y recogió gran cantidad de ellas.

El bosque primaveral estaba precioso con una llovizna ligera, torrentes de agua que discurrían por las faldas de la montaña y la disminución progresiva de la luz, daban un encanto especial al entorno.

 

El paso de la tarde, hacía aún mas difícil detectar indicios de estos ejemplares, por lo que empezamos a bajar la montaña. Nos costo un buen rato hacerlo, puesto que al subir, e ir buscando setas, se va perdiendo un poco la noción del tiempo-espacio recorrido.

Ya abajo una ultima foto con la recolecta completa, muy contentos con los obtenido.

Aunque es duro encontrarlas, espero que esta no sea la ultima vez que me acompañen.

 

Primer día de alta montaña.

El sábado setas y el domingo teníamos la apertura de la pesca en La Rioja en las zonas de alta montaña.

Una temporada, que a priori se desarrollara aún peor que las anteriores, y es que el estado de los ríos y embalses riojanos, están muy lejos de ser unos de los mejores de España.

Yo como pescador veo cosas que hacen muy difícil mantener intactas mis ilusiones por esta afición que hoy en día aún me quita el sueño muchas veces. Cosas como porque durante las épocas de freza los ríos bajan secos y las truchas son presa fácil de garzas y cormoranes. Porque con la escasa población de truchas existente en los ríos riojano, se mantienen cupos de 5 piezas. Porque no se regula las poblaciones de garzas y cormoranes ya que es insostenible para nuestros ríos y así tantas cosas que están haciendo el declive de la pesca en La Rioja.

Se tendera a vedar ríos, a quitar días de pesca, a recortar la temporada de pesca, a prohibir cebos y artes de pesca pensado que es la solución. Pero el pescador de hoy en día, cada vez esta mas concienciado con la pesca sin muerte, por eso no es un factor tan agresivo para la conservación de la trucha y si mucho más algunos de los factores anteriormente mencionados.

A los pescadores, nos contentan con soltarnos truchas reproductoras de gran tamaño, que ni de lejos tiene la bravura de la trucha que se desarrolla en el rio y con unas pocas cisternas de truchas para sacarlas los primeros días de la temporada.

Esto es lo que tenemos y lo que nos espera no parece mejorar lo que hay o por lo menos no se ven medidas para ello.

Tras mis impresiones sobre estado de la pesca en La Rioja, el domingo a las 7:00 ya estábamos  preparados para pescar Dani, mi padre, mi hermano y Juan L.

Como siempre los primeros lances son importantes y es que las truchas próximas no se suelen resistir a atacar a nuestros artificiales.

Así que tras poner un pez de Lucky Craft de 13 cm, note una picada buena, clave y note que la trucha era de las buenas en peso pero no en la lucha, poco tarde en traerla a la orilla y con la ayuda de Dani, la metimos en la sacadera.

Una trucha repoblada, reproductora, con las aletas cortadas y marcas claras de las piscinas.

Tras esta captura Dani clavo dos truchas, con peces similares a los míos, una trucha de medio kilo mas o menos y otra mas pequeña que si le hicieron disfrutar. Truchas que tras su captura fueron devueltas al medio.

La jornada de pesca transcurría con frío, viento y la escasa actividad o mas bien cantidad de picadas que teníamos. Que mejor que parar a comer algo, coger fuerzas y volver a intentarlo tras el almuerzo.

Con el estomago lleno las cosas se ven de otra manera y que mejor que clavando una trucha, Juan L. con la cucharilla clavo esta bonita trucha y así seguir la racha de capturas que últimamente lleva, es un placer ver la ilusión con la que va a pescar y lo que disfruta cuando clava un pez, esta trucha desde luego le hizo emplearse a fondo.

Buen fin de semana con la sorpresa en la recogida de las setas en cuanto a cantidad y la cruda realidad de la pesca de la trucha, aunque nuestra afición por este arte no disminuirá…

 

Hasta pronto…