El fin de semana pasado pude pescar por primera vez en Asturias. Fue en el río Cares, en el cual teníamos el coto salmonero “El Churro”. El sábado estuve pescando el atardecer la zona libre encima de Unquera, una eclosión de mosca hizo activarse las truchas en una bonita tabla, seguramente habría algún reo pero solo las truchas aparecieron en esta primera toma de contacto.

Con la noche echada encima nos fuimos a descansar, había que madrugar e intentar pescar un salmón.

Amanecía y sentí como si no hubiese dormido, los nervios de como serían los primeros lances, como picaría o por donde sacarlo. Mil preguntas inquietantes que nos hacemos en días previos a jornadas de pesca con esperanzas.

Ya en la postura y en los primeros lances a cebo dos picadas seguidas me hacían retemblar, deje a ver si seguía pero nada. Lo seguí intentado, insistí ferozmente pero no volvió a morder fuera lo que fuera.

El resto del día, tranquilidad, disfruté muchísimo con el entorno, con el río, con la magia de esta pesca. Por otro lado no lo intenté con los reos ni con las truchas estaba empeñado en conseguir un salmón, supongo que en otra ocasión se presentará la oportunidad de tener un bonito salmón del atlántico en mis manos.

Hasta pronto…

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