Las últimas salidas de pesca las he mezclado entre mar y montaña, con resultados dispares.

Por un lado, sigo encontrándome con grandes truchas, buenos ejemplares que me hacen obtener de las madrugadas, resultados que merecen la pena.

Por otro lado, salí de pesca en barco y tras probar con vinilos y jigs media mañana, no pude tener esa gran picada que pusiera mi línea en gran tensión. Saque dos julias o doncellas, una supongo que robada (primera foto), y la otra con un pequeño vinilo. Un bello pez.

En rio y pantano ha sido otra cosa. Para mi, en la pesca con pequeños peces es fundamental estar en el escenario al alba. Sientes esa sensación de que la gran trucha esta comiendo, y en cuanto salgan los primeros rayos de sol, se esconderá.

Esta es la entrada al pozo donde clavé la primera trucha en medio de la corriente, estaba puesta comiendo todo lo que pasaba cerca de ella. Una trucha grande con hambre se coloca en las torrenteras, saliendo de sus agujeros, devorando cualquier invertebrado, pez, gusanos, etc.

 

Tras el lance, sentía la tensión de que una gran trucha podría aparecer. En efecto, los sensores de este bonito pez se activaron y ataco el artificial. Una lucha breve, pero intensa, unos cuantos coletazos y enseguida la metí en la sacadera. Tras observarla me explique el porque de su breve combate, estaba bastante delgada.

 

Una trucha preciosa, con una aleta caudal muy grande. Esperemos que este verano este más gordita y la pueda ver o capturar en otra modalidad.

Seguimos con las truchas. Este pasado sábado quede con Dani para tentarlas en el pantano, subíamos hablando que con la luna de estos días pasados era probable que las pocas oportunidades de clavar algo bueno fueran en los primeros lances, y es que tenemos comprobado que cuando el día aparece plenamente, adiós!!.

La bruma se agarraba a la película del agua y nos dejaba un ambiente de pesca mágico.

La primera captura la obtuvo Dani con una “peque”. Seguidamente me siguió una buena trucha el artificial hasta la misma orilla, que pena, no la vi con muchas ganas de comer, la verdad.

Poco a poco se estaban esfumando las oportunidades de encontrar esa mañana una gran trucha, hasta que llegue a una zona con menos agua, 1,5 metros más o menos y con mucha vegetación en el suelo. Vi una trucha de unos 30 cm, iba comiendo las larvas que se encontraba en su camino. Decidí cambiar de pez, las condiciones lo exigían si quería pescarla, un Illex de 6cm.

Un lance perfecto, en la ruta por donde iba navegando situé el pez, lo ve, lo sigue y sale de la zona como si hubiese visto un fantasma. Me quedé sorprendido y a la vez me hizo pensar rápidamente que cerca había una gran trucha. Efectivamente!!! un nuevo lance y aparece de la nada un buen ejemplar, con gran fiereza y agresiva, sabia que en breve la iba a tener clavada. Dos ataques le cosco clavarse, la sujete y el freno hizo su trabajo. A unos metros estaba Dani, que bajo rápidamente para meterla en la sacadera. Conseguida!!!

Buen año de truchas en cuanto a tamaño. Ahora que los ríos están muy bajos de caudal, habrá que apostar por los primeros momentos del día. En grandes pozas o embalses serán las únicas zonas donde poder encontrar alguna trucha de gran porte.

 

Hasta pronto…