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Para los buenos momentos, capturas.
Para los malos, mucha paciencia.
Para cada salida, una ilusión.
Con nuestros mejores deseos…
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Para los buenos momentos, capturas.
Para los malos, mucha paciencia.
Para cada salida, una ilusión.
Con nuestros mejores deseos…
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Ya sabemos los amantes de la pesca, la cantidad de alicientes que tanto nos enganchan, pero también sabemos, las dificultades que soportamos muchos días que iniciamos una jornada de pesca.
Esta vez, nos encontramos con frio. Para ser la costa tuvimos que soportar, 5º C de temperatura unidos al viento norte, lo que provoca una sensación térmica más baja y acompañando la lluvia, que poco a poco, va calando nuestros cuerpo. Con todos estos ingredientes afrontábamos el día el pasado viernes.
Esta vez a parte de los langostinos típicos, que tan buen resultado nos dan, compre gambas. En la ultima salida, junto a José (tienda de pesca de Las Viniegras), le ofrecieron un buen resultado, cosa que a nosotros no nos pasó.
Llegamos muy temprano, nos dio tiempo esta vez a preparar todo muy bien, para pasar todo el día por las rocas. Una vez abajo, lo primero, macizar la puesta elegida. Decir que el mar a primera hora estaba con el golpe perfecto, para que el corcho trabaje en la zona elegida.
Las primeros lances, se resolvieron con picadas, clavadas, se nos soltaba el pescado, estuvimos pasando un rato muy entretenidos.
Salía alguno con buen tamaño, pero para cuando conseguíamos meter en la red uno en condiciones, sacábamos y devolvíamos de media, mas de cinco peces pequeños.
A la red….
al agua…
Dani pudo sacar uno bueno y así poner su equipo en pleno rendimiento, lo trabajo perfectamente hasta que lo subió a las rocas.
Esta fue nuestra mañana, por la tarde empezó a llover y el viento aumentó. Nosotros seguíamos cambiando de puesta, capturábamos alguna pieza, pero a pesar de la cantidad de pescado que picaba, su tamaño era muy pequeño.
Dimos por terminada la jornada, el tiempo no acompañaba y el mar se puso muy fuerte, también había que limpiar el limpiar pescado, que lleva un rato.
Y la subida…, aunque caía agua, nos aseguramos bien de que se podía subir sin peligro, pero nada de mirar hacia abajo.
Se nos echaba la noche encima y esta vez mas que nunca, porque no encontrábamos la senda de vuelta y durante minutos teníamos la mente puesta en como pasar la noche en el monte. Puffff como nos lo hubiésemos pasado.
Con todos estos ingredientes realizamos la última salida de pesca.
Hasta pronto….
Ayer miércoles, pude compartir una jornada de pesca junto a José, propietario de la ya mítica tienda de pesca “Las viniegras” en Logroño. Nos conocemos hace muchos años, un apasionado de la pesca, con muchas y diferentes especies las logradas tanto en agua salada como en dulce.
Las previsiones eran de una marea muy viva y olas de 1,6m a 2,8m a medida que pasaba el día. Llegamos al amanecer, quedaban 2 horas para la bajamar y las puestas que elegimos, tras las belladas se quedaban en unas condiciones que nos gustaban y que iba a dejar trabajar el corcho.
Entre caños y piedras iban saliendo los sargos, con 1 metro de fondo y dos plomillos, ya que había mucho arrastre, pase uno de mis mejores momentos de actividad con estos espáridos tan bravos. José pudo ver como le rompía un sargo de buen tamaño que tras barajar varias posturas para sacarlo, no pudo sujetarlo y se fue.
Pensaba que con tanto barco de bajura por la zona, y tan próximo a la costa, no quedaría nada, pero parece que si estaban y con ganas de comer.
El tamaño del pescado, a primera hora era bastante aceptable. Pescado de 400 gr a 600 gr, pero es de destacar la cantidad de pescado pequeño que pudimos tirar al agua, muchos palmeros, y sargos aun más pequeños que inexplicablemente se metían un anzuelo 2/0 a la boca.
Al medio día y subiendo la marea, probamos en una zona con lastras, aguantaba mucho mas los tremendos golpes que venían y que hacia imposible la pesca. Una lastra que nos dio la posibilidad de estar más cómodos en los lances y que nos dio varias capturas buenas.
Como se ve, se quedaba mucho, pero tras el golpe de la ola, la puesta tenía momentos idóneos para tentarlos.
Tras este ultimo escenario, recogimos el equipo, eran las 14:30 y el oleaje crecía y la dificultad para pescar también. En esta puesta empezamos, y aunque nos quedaban ganas, la pesca era imposible.
Pescamos con gambas, langostinos y anzuelos 2/0. con diámetros de hilo de 22,5 y de 2 a 4 plomillos en la línea. Macizo empleado, Macizo Torres.
Una bonita mañana, con buenísimos momentos de actividad y que esperemos continúen.
Hasta pronto….
Como ya sabéis, lo que mas me gusta es la pesca, pero en este tiempo y tras las lluvias caídas durante estas semanas, el monte a revivido del duro y seco verano.
Tan solo he salido un par de días al monte, uno con Dani, y otro con Juan, que es el que os describo ahora. Llegamos de noche, y ya en la pista, había varios coches esperando los primeros hilos de luz que se filtraban entre las ramas para subir ladera arriba.
Mientras íbamos subiendo, con muy poca luz, pude ver el primero. Lo palpé y verifiqué, que se trataba del primer boletus, mientras Juan me decía: “ pero como lo has podido ver ???”.
Tenía buenas sensaciones y la jornada prometía.
Nos íbamos encontrando con diferentes tipos de setas y no todas eran comestibles, había varias que eran poco saludables, por ello cuando se duda de una seta, es mejor dejarla donde está.
Amanita pantherina o pantera, muy toxica.
Nos encontrábamos con Clitopilus prunulus, comúnmente llamada molinera o chivata, ya que cerca de ella se suelen encontrar Boletus edulis.
Y si, ahí estaban escondidos entre la pinocha y ramas. Hay que estar fino, si no, te los dejas atrás.
La mañana transcurría con una tímida lluvia que caía sobre nosotros, y que al monte, le da un toque mágico. Caminábamos con gran atención, ya que es muy fácil pasarte el hongo.
Para Juan, fue una de las primeras veces que salía a por boletus, y pudo comprobar que ir a por ella, es diferente a cualquier otra.
En las zonas bajas del monte y junto al camino, pudimos coger los deliciosos coprinus comatus, que como podemos ver en la foto, en su estado mas avanzado se convierten en tinta.
Una de las mejores cosas, que en la pesca no me pasa, es que cuando voy a por setas cojo el almuerzo con muchísimas ganas.
Después de la gran caminata y una buena partida de hongos para casa, nos lo habíamos ganado!!!
Hasta pronto…
El jueves pasado quedamos para pescar Dani, Carlos y yo. Teníamos ganas de pescar, como siempre, pero también era la manera de presentar en el blog la empresa que acaba de crear Carlos, se llama Zingonatura, con actividades 100% destinadas a la naturaleza.
En estas actividades, podremos salir de pesca a ríos, pantanos, lagos y al mar. También aprender a montar moscas, ninfas e imitaciones para engañar, a cualquier depredador. Todo esto, ofrecido por la amplia experiencia de Carlos, y sus guías de pesca.
Otra de las muchas posibilidades, será la de salir a recoger setas, estudiarlas y poder descubrir este maravilloso mundo de la micología, otra vez de la mano de un experto, como es Carlos.
Resumiendo, excursiones de senderismo interpretativo, experiencias micológicas y salidas de pesca respetando el medio ambiente. Una magnifica oportunidad para disfrutar, aprender y sorprender!!!
http://zingonatura.blogspot.com.es/
Una vez hecha la presentación, os cuento la salida. Las condiciones buenas, con 2 metros y la pleamar a las 14:00. Como siempre langostinos y macizo que no falte, a las 5:00 de la mañana estábamos haciendo trasvase de cubos para marchar.
Llegamos al alba, y tras macizar la zona, y preparar las cañas, comenzamos la pesca, con bastante actividad, pero de pequeños y bogas, y eso que era muy pronto.
Era increíble, langostino y picada pero de palmero o boga, así en varias puestas. Alguno salía decente, pero muy de vez en cuando.
Con estas condiciones, decidimos cambiar de zona. Con la mar subiendo, había ratos que se pasaba demasiado, con golpes fuertes que dificultaban mucho el lance.
En un pozo que se lleno, Carlos pudo clavar alguno, no era continuo pero parecía que se animaban.
Era, intentar buscarlos por cualquier rincón, sin éxito. Aún así, las picadas eran débiles y costaba clavarlos, del morrillo, veían todos tras sacarlos. Varios de ellos se nos escaparon tras estar unos segundos luchando.
Aun así Dani, los buscó, sin mucho éxito, y tras pasar por una zona, luego le pillo el toro. El agua no estaba muy fría y el día acompaño a su secado.
La mañana se paso volando, pero cada vez que se sale de pesca es diferente se pesque o no, por ello es tan especial, y por ello ya estamos deseando volver.
Una ultima foto en casa, los tres, con nuestra gran pesca y pensando cuando atacar de nuevo.
Hasta pronto….
Esta vez, la nueva salida de pesca, es en la compañía de un buen amigo, Rubén Relortegui.
Aprovechando unos días en Bilbao, y Rubén en Santoña, nos dirigimos a Cantabria. Con previsiones de 1 metro, elegimos un pedrero corrido que nos daría varias posibilidades y un poco de engaño para la pesca.
Intentamos estar pronto en la zona, para aprovechar lo máximo posible las primeras horas y evitar el ataque de las bogas, que mas tarde sufrimos.
Primera puesta que tocamos, con un par de piezas cada uno, pero clareaba mucho en la dejada. Así fue la mañana, tres o cuatro piezas y cambio.
Durante toda la mañana, estuvimos muy entretenidos con picadas, y una actividad de pescado in crescendo a medida que se acercaba la pleamar.
Salía pescado con un tamaño bueno, también picadas de pequeños y palmeros, que eran devueltos al medio.
Relortegui llevo quisquilla y gamba, y yo, mis langostinos, que una vez más, nos dieron los mejores resultados de la mañana, sobre todo en este pedregal.
Observamos que a medida que subía la marea, el golpe era mayor, y así, el engaño.
Tras una mañana entretenida, con un buen pescador como Rubén, dimos por concluida la jornada. Nos quedaba sobre las rocas disfrutar de un buen almuerzo, con un clima buenísimo, para así, coger fuerzas y subir ladera arriba con alegría.
Hasta pronto…
El domingo pasado y pasadas las vacaciones de cada uno, quedamos para ir de pesca, pescar sargos.
Las condiciones que presentaba el mar eran buenas, con un día nublado y llovizna débil, un día de los que dices, hoy van a picar.
Tras bajar a la zona elegida, tanteamos las diferentes puestas, y te das cuenta rápido que hoy tampoco es el día bueno. Pocas picadas y muy intermitentes.
Vemos la puesta que pescamos y posteriormente Dani con una de las piezas que saco.
Este día, mi fiel compañero estuvo fino, tenía ganas de pescar y así lo demostró cogiendo casi todos el, con ese “fondo de ballena”, así le llama a poner de fondo 5 o 6 metros y que buenos resultados le da, también deja unos cuantos anzuelos…
Se paso la mañana volando, ya sabemos lo que es hacer lo que mas nos gusta. Almorzamos como pudimos, nos callo agua toda la mañana, pescamos unos sargos y cuando nos disponíamos a limpiar el pescado….zassss
Un pulpooooooooooo!!! en una piscina natural comiéndose las tripas de un sargo. No nos pudimos resistir, a por el cuchillo en mano. El resultado esta en la foto.
Hasta pronto!!!!
He estado unos días en Ibiza de vacaciones, días para desconectar, estar relajados, disfrutar con la familia y también dedicarle unos momentos a la pesca.
Para ello, Juan y yo, habíamos llevado las cañas para el corcheo, sin saber muy bien lo que nos íbamos a encontrar. Tan solo conocía lo que había visto en blogs de pesca de la isla.
Desde la zona donde estábamos, se veía la costa, y unos cuantas zonas de rocas, que a priori, estaban pescables, aún viendo que el golpe era escaso, y más en esta temporada del año, en la que nos encontramos.
Optamos por bajar la primera vez al atardecer, sin tener en cuenta la marea, y es que, este factor, no es muy determinante. Compramos macizo de la zona y unos langostinos….. preparamos las cañas, y corchos al agua.
La tarde pasaba y las picadas brillaban por su ausencia. Esa misma mañana, había estado buceando por esa zona, y había visto algún sargo, salemas, obladas y mucho mucho pez pequeño, que nos estaba comiendo los langostinos, sin darnos cuenta.
Al anochecer, terminamos la jornada, con 3 obladas pescadas por Juan, pocas picadas y pensando en cambiar el chip, para intentar otra pesca con mejores resultados.
Un día viniendo de la playa, vi un tienda de pesca, Ardafishing, en Jesús. Tras ojear la tienda y hablar con Ilko, que así se llamaba el dueño, compre un caña de spinning y unos cuantos peces Payo de 17cm para intentar engañar algún bicho en la costa.
La primera zona que toqué, fue Cala Carbó. Aguas con mucha profundidad, donde Ilko me había comentado, que podía encontrarme con alguna Sirvia o pez limón.
Tras unos lances, note un fuerte picada. En ese momento, se me activaron todos los sentidos, solté el freno porque su fuerza era grande, llevaba el trenzado y un bajo con un 0,35mm. Cuando el pez se fue hacia abajo, y se enrocó, deje el hilo suelto, y salió. Ya cerca, y viendo la silueta, se rompió el hilo. Seguramente el hilo, quedo tocado en el enroque, y también el tamaño considerable del pez, me hizo perderlo.
El lance descrito, me motivo aún más, para seguir intentándolo, todos los días un ratito, tanto al amanecer, como al anochecer.
Pasaban los días, y en todos ellos, tocaba algún pez. Tuve el ataque de otra sirvia, y varias picadas de barracudas. La sensación de pescar algún pez era latente.
La ultima tarde, apuramos un poquillo, y bajamos, Juan a pescar con corcho, y yo, a lance. Previamente, tuve una picada que se soltó, y una posterior, que si pude clavar, y sacar a la orilla. Una barracuda pequeña, comparada con lo que me habían contado que había, pero me di por satisfecho, ya que no había manera de tocar algo con las manos.
Un pez la barracuda, que aunque no me ofreció mucha lucha, no dudo en atacar el artificial, y así dar cuanta de su agresividad.
Hasta aquí, mis días de vacaciones en Ibiza, descubriendo nuevas zonas de pesca, y con ganas de volver sabiendo ya, donde moverme.
Hasta pronto…