Comenzó este domingo la temporada truchera en La Rioja. Siempre es un día especial, la apertura es como una tradición, algo que he hecho desde pequeño, con muchas ganas, nervios y  este año más aún, después de 8 meses cerrado. Tras ver esta semana los cauces de los ríos, la mejor opción para engañar y luchar con las truchas, era el pantano.

Este año, la normativa sigue igual en capturas, 5 truchas, lo que para mi es una barbaridad, viendo como se encuentran los ríos en estas últimas temporadas, con un descenso de la población truchera alarmante. Por otro lado, en las zonas sin muerte, no se puede matar ninguna captura, sea el tamaño que sea.

He visto desde niño como hacíamos grandes pescas de truchas en el rio, yo mismo, mi padre, o mi abuelo, y lo veía como algo normal, pero actualmente, no comprendo como un pescador es capaz de matar 5 truchas en una jornada de pesca. Se que es algo legal, pero duele ver pescadores que matan truchas todos los días que se acercan al rio, y luego los oyes comentar: “como están los ríos” o “ya no son los que eran”.

Por supuesto, no son lo que eran y es complicado sobre todo, que los pescadores con mayor edad, cambien su mentalidad y después de pescar una bonita trucha, la devuelvan. Es muy difícil situar el umbral moral de cuando matar una trucha, a mucha gente le apetece comerse una trucha junto a la familia o los amigos, pero no deberíamos pasarnos al lado de, yo he pescado mas que tú y te lo demuestro con la cesta llena de truchas.

Escribiendo esta entrada, me acuerdo de un día de pesca en Alaska junto al gran pescador Guy Roches. Hablando de este tema, él me decía que existe la figura del pescador, llamada: “yomás”, cuyo único afán, es pescar más truchas que nadie para poder enseñarlas a los amigos, en el bar o donde se preste, para luego no saber que hacer con ellas o a quien dárselas.

Por suerte, el pensamiento de los pescadores esta cambiando, y cada día, ves más gente capturar y soltar una trucha. Tenemos que realizar una pesca responsable con el medio debido a las circunstancias en las que se encuentran los ríos.

Ahora si os cuento la apertura de la temporada, como es costumbre nos subimos después de cenar el sábado, este año nos acompañaba Javi Aguado, a Dani y a mi. La noche pasaba con mucho frio contando historias de pesca, anécdotas y preparando aparejos para cuando llegaran las 7:00.

La temporada echaba andar, elegimos un ramal del pantano que tantas alegrías nos ha dado otras veces. El cauce del rio se estrecha y la cantidad de truchas se incrementa al tener menos espacio de paso. Se incorporaba al trío de jóvenes, mi padre y mi suegro, Juan. Todos comenzamos por elegir artificiales de entre 6 y 12cm, y fue un pointer de Lucky Craft, el que me dio la primera captura del día. Fué una picada cerca de la orilla con un breve combate, una trucha repoblada con las aletas dañadas, que aún así me hizo entrar en calor.

Esta primera captura se la tenia que dedicar a mi pequeña.

Pero el protagonista del día iba a ser Dani, que tanto con los peces artificiales, como con las ninfas y con la cucharilla, copó la mayoría de las capturas obtenidas. La siguiente línea en notar una trucha fué la de Dani o también llamado Petr Cech. Bonita pintona que no dudó en atacar el artificial y brindarle un buen rato.

Parecidos razonables

 

Seguidamente y tras cambiar varios artificiales, fué Javi. Estuvimos observando que las truchas estaban muy fondeadas, Javi eligió un Rapala Countdown, un pez mítico que nunca defrauda y que sigue dando buenas capturas.

Truchas muy largas, con buen peso por la gran cantidad de alimento del pantano y aún así, el frio les reduce la fuerza, ya que en verano estas mismas truchas, ofrecen mucha más resistencia.

En verano te esperooo!!!

A media mañana nos pusimos a almorzar, una buena tortilla, pastas y café animaron nuestros estómagos.

Entonces montamos nuestras cañas de inglesa con unos aparejos de quironómidos, y es un típico que siempre que empezamos a comer, también haya picadas. Y así fue, el carrete de Dani empezaba a sacar hilo, rápidamente cogió la caña y a disfrutar de ella.

Una vez disfrutada, una foto chula y al agua, se iban como como cohetes.

No pasaron ni 10 min cuando esta vez Juan, clavaba a cucharilla una bonita trucha, su alegría era notable, vibraba con el lance y con ella en la mano.

 

La mañana transcurría con varias picadas, unas se escapaban y otras llegaban a nuestras manos, y más aún a las de Dani. Su línea no paraba, una nueva picada con fuerza hacia doblar la caña nuevamente.

A media mañana, la cantidad de pescadores en la zona había bajado considerablemente, por lo que decidimos ir a probar otras zonas. Llevábamos vinilos, cucharilla y peces en las cañas. Fue a la cucharilla por la que esta trucha se decidió, una trucha brava, que puso el ligero equipo a pleno rendimiento.

Este fue nuestro primer día de pesca, una buena jornada, con ilusiones trucheras renovadas, buena compañía y  estupendo almuerzo, que más se puede pedir para comenzar la temporada???

 

Hasta pronto!!!!